Lo solicitó el gremio docente ATEN al Consejo Provincial de Educación. Aseguran que para los niños es «muy difícil» volver a ese lugar.
El gremio docente ATEN pidió ante el Consejo Provincial de Educación (CPE) la construcción de una nueva escuela en Aguada San Roque luego de la trágica explosión en la que fallecieron Mónica Jara, Mariano Spinedi y Nicolás Frances.
La vocal gremial del CPE, Fany Mansilla, explicó en LU5 que la propuesta surgió a raíz del encuentro que mantuvieron en el lugar con la comunidad al cumplirse un mes de la tragedia.
«Cuando hablamos con la comunidad ellos expresaron que están atravesando una situación muy dolorosa porque además en el momento de la explosión fue la comunidad la que asistió a Mónica y también rompió la pared (de la escuela) para sacar lo de adentro, entonces es muy difícil volver a ese lugar para los niños y niñas», expresó Mansilla.
La docente manifestó que en el lugar «quieren una escuela nueva y creemos que lo mínimo que puede hacer el Gobierno es hacer una nueva escuela, para que se pueda atravesar esta situación de duelo y de dolor en un lugar nuevo».

Sebastian Fariña Petersen
Mansilla explicó que actualmente el edificio escolar permanece cerrado por orden de la Justicia, mientras avanza la investigación por la causa penal, y que con los alumnos «está interviniendo el equipo interdisciplinario y se están llevando adelante actividades en la Iglesia que tienen que ver con lo recreativo y con lo pedagógico».
El pedido formal fue presentado este jueves en la sesión del cuerpo colegiado del CPE. «Si hay una decisión política de hacerlo, se puede hacer rápidamente. Sabemos que no se construye en 24 horas, pero es necesario resolver dónde van a continuar teniendo clases ahora y a mediano o largo plazo tener una nueva escuela», señaló la representante gremial, quien sostuvo que habrá que consultar a la comunidad «si consideran que se puede utilizar una parte del terreno» o debe construirse «en otro lugar de Aguada San Roque».
La explosión de la Escuela 144 ocurrió el pasado 29 de junio. El lugar no estaba habilitado para dar clases y debía tener un vallado de advertencia para que nadie se acerque, porque no había finalizado la ampliación de gas, según la propia información que surgió por parte del subsecretario de Obras Públicas, Roberto Deza.