Un nuevo aniversario de la destrucción del Fortín «Los Guañacos»

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Fortín «Los Guañacos», fue asaltado por el malón del cacique chileno Queupo junto a Huaiquillan y Nahuelan.

El fortín y ranchos cercanos fueron incendiados y murieron todos sus ocupantes defensores, 13 oficiales al mando del Comandante Eliseo Boer y tropa, 15 Guardias Nacionales y 3 peones de la Proveeduría. Un número impreciso de mujeres y niños fueron llevados prisioneros a Chile.

A pesar de ser un monumento nacional desde 1943, por decreto presidencial, jamás se hizo un recordatorio u homenaje a estos mártires de una época heroica, injustamente olvidados y hasta menospreciados.

Hoy cualquier wikipedista converso, sin conocer ni valorar el tiempo y las circunstancias del pasado, hace profesión de fe «progre» relatando lo que hubiera querido que pasara y que no tuenen calir pirque no pasó a su gusto….. La foto (Luis Verdinelli) muestra la miserable desidia de los neuquinos y sus autoridades de la «cultura festivalera», ante el completo abandono de este Patrimonio Histórico, Social y Cultural. Apenas dos palos cruzados, que alguna vez fue una cruz piadosa.

Y un verdadero tesoro fotográfico rescatado del Archivo Gráfico Nacional. ¡ Un simple rancho cordillerano, como comandancia, en medio del inconfundible paisaje de los cerros del valle de Guañacos. Hasta parece verse un mástil!!!. Y la singularidad de una tropa de mulas!!!!…. . Nada que ver con la romántica imagen del fortín con mangrullo, pampeano y el caballo airoso, «con el que se hizo la Patria»???….. Mulas!!!..

La Provincia tuvo una interesante propuesta de creación de diez hitos históricos, bajo el lema: «Neuquén, Identidades y Relatos» para «contribuir a la Memoria y puesta en valor de nuestra Historia y Cultura». Guañacos era de la partida. Era…. porque la «nueva» historia neuquina de escritorios, descubrió que esto, fue una «reivindicación territorial del pueblo mapuche, ante los genocidas de Roca»….

Curiosa reivindicación que no se queda con la tierra «recuperada», sino que se vuelve a la tierra de sus mandantes, con muertos a sus espaldas y mujeres y niños cautivos.

Cómo sea, la historia sucede una sola vez, las interpretaciones pueden ser múltiples, pero nadie va a olvidar a nuestros mártires gloriosos de Guañacos. Y a las mujeres y niños cautivos que fueron arrancados de las tierras guañaquinas.

Algún día en Neuquén mandará un neuquino, orgulloso de sus raíces históricas, sociales y culturales.

del Muro de Isidro Belver

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