Luego de contener al niño y dar aviso a las autoridades y a la Policía de la zona, un móvil de la fuerza concurrió a la vivienda de la víctima y al ingresar la encontraron encerrada en el baño de la casa.
Tras una entrevista, contó que hacía «cuatro meses» que su pareja la mantenía «incomunicada y que sufrió golpes y maltrato verbal».
Fue clave para las autoridades y para la víctima poner en marcha el protocolo para estos casos.
“La DGE tiene un protocolo que va guiando, va acompañando a los directivos y a los docentes para ayudar en situaciones emergentes, este es una caso de situación emergente de alta gravedad”, resalto la inspectora.
Canilla resaltó la reacción de la docente, quien “con mucha capacidad, mucha escucha y mucha atención se alerta ante este chiquito que le dice: ‘Seño, tengo algo en el cuaderno que te manda mi mamá’. La docente esto no lo deja pasar”, ponderó la funcionaria.
La inspectora resaltó que “la escuela es de puertas abiertas, tienen que estar junto a las familias y éstas con la escuela. De nada sirve una familia que está en la vereda de enfrente, y generar estos espacios de vínculo, de confianza, de reuniones. Esto nos va a permitir estar acompañando a muchas mujeres que nos necesitan”, concluyó.
Con la declaración de la víctima, la policía aprehendió a su pareja, quien quedó a disposición de la Justicia y se espera que en las próximas horas se le comunique el delito que se le imputa.
Por su parte, la directora de Género y Diversidad de Mendoza, Belén Bobba, se refirió al tema: “Hay veces que buscamos estrategias para pedir ayuda y hay sectores del Estado, como salud o educación, que lo tienen en territorio, y muchas veces es la llegada para poder abrirnos a situaciones, por ejemplo, de violencia de género y comunicar ciertas situaciones que están pasando”.
También puntualizó que “es muy importante en este caso el rol que tuvo la maestra para prestar atención y tener esta escucha, de poder comprometerse con la situación de violencia de género”.
Bobba agregó que “son realidades que pasan, muchas víctimas están secuestradas de alguna manera, y estas estrategias son las que tienen a mano para poder salir de esa situación”.
Desde la Dirección de Género y Diversidad señalaron que acompañan y atienden por lo menos a cinco o seis mujeres por día que llegan de diversas localidades provinciales.
“Tenemos una articulación importante con las áreas municipales porque hay una territorialización del abordaje”, aportó Bobba.
La directora de Género recordó a quienes sufren violencia de género “que lo primero ante esta situación es llamar a la línea de emergencia 911. En tanto, si es una situación de consulta de abordaje, para saber qué hacer, pueden acercarse a las áreas municipales que todos los departamentos tienen a la Dirección de Género, desde donde se hace un abordaje interdisciplinario”, concluyó.
Otros casos en Mendoza
No es la primera vez que ocurre un caso así en Mendoza.
En junio del año pasado, una mujer también utilizó el cuaderno de comunicaciones de su hija de 7 años para pedir ayuda y, así, logró ser rescatada de su casa en la localidad de La Arboleda.
«Necesito ayuda, soy víctima de violencia de género, mi marido no me deja ir, llamar a la Policía», escribió.
En este caso también se realizó la denuncia y personal de la Unidad de Patrullaje de la localidad mendocina de Tupungato realizó un operativo para rescatar a la víctima, a quien encontraron encerrada junto a unos de sus hijos en una habitación.
FUENTE Diario Tiempo