BARRANCAS: Fue robado de bebe y tras 50 años logro establecer su verdadera identidad

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José Gustavo Casal Ulman decidió enfrentar a los padres que lo criaron y tras la sentencia de hace 48 horas se confirmó que su identidad es José Gustavo Urrutia.

Las diferencias físicas, de pensar y actuar con ellos y de edad (17 años) con su hermana Zulma lo llevaron a indagar sobre su identidad con preguntas que siempre eran respondidas “de manera violenta” por sus padres Antonio Casal, que fue jefe de la Unidad Regional de la Policía de Neuquén, y Nelly Ulman. (2017)

Los Casal vivían en el barrio Villa Farrel de esta ciudad. José cuenta que de chico era muy tímido e introvertido, con baja autoestima. “Mis padres no me valoraban, había maltrato y me decían que no servía para nada. Esas ofensas marcaron a fuego el resto de mi vida”

En ocasión de realizar un trámite personal, notó con asombro que su partida de nacimiento se encontraba datada en la ciudad de Neuquén el 7 de enero de 1975, tres años después de su nacimiento, ocurrido el 15 de abril de 1972 en el paraje Pichinco entre Barrancas y Buta Ranquil.

“Me sorprendió que se consignara que obraba ‘en virtud de la disposición 5 de la Dirección General del Registro Civil y la firmó conmigo el declarante’ (por Antonio Casal)”. Las dudas comenzaron a calar más profundo en José, hasta que se enteró de la existencia del acta de nacimiento original, datada en Barrancas el 3 de mayo de 1972. “En la misma se consigna que era hijo de Estefanía del Carmen Urrutia, de 17 años”.

“Siempre me manejé por la intuición”, dice José para explicar cómo encontró en 2009 a su madre biológica, que vive en Villa Pehuenia. “Di con un tal Juan del Carmen Urrutia, de Rincón de los Sauces, que vino a ser mi tío. Cuando le expliqué lo que hasta el momento sabía, me dijo: ‘Pensábamos que estabas muerto’. Y me cuenta que cuando yo nací a mi madre le dijeron que yo había nacido muerto. Incluso la llevaron a un cementerio y, mostrándole una tumba, le dijeron: ‘Ahí está tu hijo’”.

Supone que ni bien nació lo arrancaron de los brazos de su madre, quien en el parto sufrió una serie de complicaciones. “Una prima me contó que durante dos meses compartimos el moisés. Aparentemente hubo un tramo de dos o tres meses que estuve a la espera de que me vengan a buscar”, explico.

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